viernes, 14 de noviembre de 2008

María Lilia Fossati de Abadie Santos (Nené).

Escribe: Liliana Abadie Fossati de Vidal

Casada con Mario Abadie Santos, que falleció muy joven, quedó viuda a los 36 años con tres hijos chicos y una situación económica difícil, pues Mario, que era arquitecto, tenía pocos años de recibido y le quedó una pensión muy pequeña.Pese a ello, luchó por criar y educar a sus 3 hijos, Mario, Liliana e Inés, con una austeridad y sacrificio increíbles. Siempre con el apoyo de su madre -abuelita Ema- y de sus hermanos Carlos y Ema. Pese al gran dolor y tristeza que sentía por la pérdida de su esposo, nunca dejó traslucir ante sus hijos su estado de ánimo porque, como nos dijo varios años después, "no quería que ustedes sufrieran más viéndome tan triste".


Siempre fue muy activa, se pasaba trabajando en casa y en la chacra. Tenía una gran manualidad: nos hacía la ropa a los 3, tejía, bordaba, hacía sombreros, carteras, bordados, tejidos, sólo le faltó hacer zapatos y ropa interior. Arreglaba el jardín, plantaba árboles frutales y flores en la chacra y realizaba todo tipo de tareas.

Fue madre y padre a la vez. Dedicó su vida a criar a sus hijos y al trabajo. Estuvo constantemente al lado nuestro, apoyándonos y aconsejándonos con gran sabiduría y experiencia. Enfrentó la vida con mucho temple y se sobrepuso a las difíciles pruebasque la misma le presentó, con gran espíritu.

Luego vinieron los cuatro nietos, a quienes se dedicó con mucho amor y generosidad, cuidándolos para que yo pudiera seguir trabajando. Se quedaba con ellos cuando nosotros viajábamos, instalándose en casa para atenderlos. Fue una abuela compinche, jugaba, los llevaba a pasear, veía los partidos de fútbol internacionales con Gonzalo, les hacía comidas y tortas especiales que sabía les gustaban, cuando iban a visitarla.La primera vez que Guillermo y Gonzalo subieron a un ferrocarril, fue con ella, que los llevó a Las Piedras e hicieron un picnic en la plaza. Pasaron muy divertidos y nunca se olvidaron de ello. A las nietas mujeres, Lala y María, les tejió y cosió toda clase de vestiditos hasta que llegaron a la adolescencia y les hizo sus primeros vestidos para las fiestas de 15. Hace catorce meses, el 11 de setiembre de 2008, nació su primer bisnieto, Martín, hijo de Gonzalo -nuestro segundo hijo- y Gabriela que es la alegría de la familia y nos tiene enloquecidos a todos. La llama Nené.

Hoy, a los 95 años, aún tiene una actividad increíble, aparte de bajar y subir las escaleras varias veces al día, va al jardín a arreglar sus plantitas y sus hierbas aromáticas. Cocina como los dioses, heredó la buena mano de abuelita Ema, prepara platos especiales que a todos nos gustan. Sus ñoquis de papa son insuperables, nunca comimos algo tan suave y esponjoso. Entre otras actividades, hace telegrillas, juega muy bien al rummy -le gusta ganar- y no se pierde ningún campeonato de tenis que se juegue en cualquier parte del mundo.


Es indudable que Dios le puso pruebas muy difíciles porque sabía que ella iba a poder soportarlas. No todos tenemos la suficiente fortaleza de espíritu como para sobrellevar todo lo que ella pasó, con tanto valor y entereza. Es un gran ejemplo de vida para todos nosotros sus hijos, nietos y bisnieto, que nunca podremos olvidar.


Foto: Nené con toda su familia.

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