María Sara Fossati Rosselli.
Escribe Eugenio Baroffio Abadie:
Para empezar, señalo que aunque nuestra abuela fue siempre conocida como Sara, su nombre completo era María Sara. Nació el 23 de diciembre de 1892 en Montevideo, cursó estudios primarios y, como era habitual en la época, terminó los de piano y solfeo, lo que –parece ser- “preparaba” a las jóvenes para conseguir un marido y criar todos los hijos que pudiera.
En 1911 conoció al Dr. Horacio Abadie Santos, abogado, periodista, político, legislador, Catedrático de Derecho Penal, profesor y consejero de Enseñanza Secundaria y Ministro de Instrucción Pública. El 10 de agosto de 1917 se casaron.
Enviudó joven (a los 44) en el año 1936. Ello no impidió que mantuviera y diera la mejor educación a sus tres hijos: Horacio, Sara y Renée, de 18, 15 y 13 años respectivamente, a la fecha en que muriera su padre.
Sus nietos -que la apodábamos “Lala”- la recordamos como una abuela de espíritu juvenil, elegante y moderna al vestir; gran jugadora de rumi canasta y bastante paseandera. Supo “aggiornarse” y acompasó sus hábitos a la evolución y el cambio de las costumbres de los tiempos que le tocó vivir.
De entre sus historias de juventud, conservo el recuerdo de dos anécdotas que me generaron viva impresión cuando era pequeño. La primera refiere a la detallada narración de un largo y cansador viaje en diligencia desde Montevideo al Chuy, que se me ocurre que habría podido ser para visitar a aquella rama de la familia que se afincó en esos lares. La segunda, alude a sus recuerdos de 1904, época en que las huestes de Saravia le “robaban” a su hermano mayor, Leonardo, quien se sentía tan atraído por la figura del caudillo que lo dejaba todo, incluyendo la comodidad del hogar y el afecto de la familia, para seguirlo y desaparecer por largos períodos.
Doña Sara murió poco antes de cumplir los 93 años, en 1985. Y también fallecieron sus dos hijos mayores: Horacio y Sara. La sobrevive su hija menor, Renée (1923), 14 nietos, 41 bisnietos y 3 tataranietos.
13 de los 14 nietos de la abuela “Lala” (de menor a mayor y de izquierda a derecha): Beatriz Baroffio Abadie, Federico Abadie Malet, Carlos Baroffio Abadie, Federica Baroffio Abadie, Milton (Tom) Fornella Abadie, Inés Baroffio Abadie, Lucía Fornella Abadie, Dora Baroffio Abadie, Laura Fornella Abadie, Eugenio Baroffio Abadie, Magdalena Abadie Malet, María Sara Baroffio Abadie y Horacio Abadie Malet. Falta en la foto el menor de todos, Ignacio Fornella Abadie.
Escribe Eugenio Baroffio Abadie:
Para empezar, señalo que aunque nuestra abuela fue siempre conocida como Sara, su nombre completo era María Sara. Nació el 23 de diciembre de 1892 en Montevideo, cursó estudios primarios y, como era habitual en la época, terminó los de piano y solfeo, lo que –parece ser- “preparaba” a las jóvenes para conseguir un marido y criar todos los hijos que pudiera.
En 1911 conoció al Dr. Horacio Abadie Santos, abogado, periodista, político, legislador, Catedrático de Derecho Penal, profesor y consejero de Enseñanza Secundaria y Ministro de Instrucción Pública. El 10 de agosto de 1917 se casaron.
Enviudó joven (a los 44) en el año 1936. Ello no impidió que mantuviera y diera la mejor educación a sus tres hijos: Horacio, Sara y Renée, de 18, 15 y 13 años respectivamente, a la fecha en que muriera su padre.
Sus nietos -que la apodábamos “Lala”- la recordamos como una abuela de espíritu juvenil, elegante y moderna al vestir; gran jugadora de rumi canasta y bastante paseandera. Supo “aggiornarse” y acompasó sus hábitos a la evolución y el cambio de las costumbres de los tiempos que le tocó vivir.
De entre sus historias de juventud, conservo el recuerdo de dos anécdotas que me generaron viva impresión cuando era pequeño. La primera refiere a la detallada narración de un largo y cansador viaje en diligencia desde Montevideo al Chuy, que se me ocurre que habría podido ser para visitar a aquella rama de la familia que se afincó en esos lares. La segunda, alude a sus recuerdos de 1904, época en que las huestes de Saravia le “robaban” a su hermano mayor, Leonardo, quien se sentía tan atraído por la figura del caudillo que lo dejaba todo, incluyendo la comodidad del hogar y el afecto de la familia, para seguirlo y desaparecer por largos períodos.
Doña Sara murió poco antes de cumplir los 93 años, en 1985. Y también fallecieron sus dos hijos mayores: Horacio y Sara. La sobrevive su hija menor, Renée (1923), 14 nietos, 41 bisnietos y 3 tataranietos.
13 de los 14 nietos de la abuela “Lala” (de menor a mayor y de izquierda a derecha): Beatriz Baroffio Abadie, Federico Abadie Malet, Carlos Baroffio Abadie, Federica Baroffio Abadie, Milton (Tom) Fornella Abadie, Inés Baroffio Abadie, Lucía Fornella Abadie, Dora Baroffio Abadie, Laura Fornella Abadie, Eugenio Baroffio Abadie, Magdalena Abadie Malet, María Sara Baroffio Abadie y Horacio Abadie Malet. Falta en la foto el menor de todos, Ignacio Fornella Abadie.
1 comentario:
Mi abuela (Elvira Fossati Rosselli, hermana de la tuya) también viajaba en diligencia al Chuy para visitar a sus parientes allí afincados. Me hiciste recordar esa historia, que cuando la cuento a mis compañeros de trabajo, les cuesta creer!!
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